viernes, 6 de mayo de 2005

La Hora del Compromiso

La última semana se ha presentado difícil para la política militar seguida por el gobierno. El revanchismo ideológico y la persecución consecuente hacia las Fuerzas Armadas, en su odio manifiesto a todo lo que viste uniforme o sotana, ha generado en una situación conflictiva que promete escalar en el corto plazo, si el presidente no entiende que debe dejar sus nefastas convicciones a la puerta de la casa de gobierno y comienza a gobernar como presidente de todos los argentinos.

Esta situación también tocará de cerca a las autoridades castrenses, donde su liderazgo interno dependerá de que asuman la responsabilidad que les compete, defendiendo sin pudor y vergüenza a los hombres que simple y sencillamente cumplieron con su deber en la guerra contra la subversión. Guste o no guste escucharlo, muchos de los detenidos por presuntas violaciones a los derechos humanos, actuaron en el cumplimiento de las leyes y reglamentos militares... y las autoridades actuales no pueden, ni deben dejarlos solos, porque aquellos se jugaron la vida por la institución que hoy ellos tienen el honor de presidir.

La reciente y polémica aparición de los reglamentos reservados de la década del 70 demuestra con claridad manifiesta que el combate contra los enemigos de la democracia se hizo dentro del marco jurídico vigente en la época y que el accionar de las fuerzas armadas no estuvo caracterizado por la ilegalidad, como nos han insistido hasta el cansancio los apóstoles del odio, representados hoy por los amigos del presidente.

A las valientes palabras del Tcnl (R) Franceschi Carabajal en el Círculo Militar, en oportunidad de rendirse un justo tributo al Tte 1ro Mario César Asúa, asesinado vilmente por las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y que algunos “prudentes” ¿camaradas? pretendieron silenciar, se suma la decisión de un oficial actualmente detenido en un Cuartel Militar que se resiste a ser trasladado a otras dependencias, negándose a acatar las órdenes del comisario político a cargo de la causa.

Si a esto le agregamos el comunicado del foro de brigadieres retirados de la Fuerza Aérea llamando a la pacificación nacional, la carta de lectores del Cnl ® Bernardo Menéndez, parcialmente publicada por el diario La Nación , y referida a la visión hemipléjica de la década del 70, todo parece indicar que una parte importante de las Fuerzas Armadas y la ciudadanía sin anteojeras ideológicas se está despertando de la modorra cansina que la caracterizaba, y se está decidiendo a contar la otra cara de la verdad. ¡Ya era tiempo de respirar un poco de aire fresco!

Frente a esta situación, ¿Qué nos queda a esa mayoría silenciosa que hasta el presente habíamos privilegiado permanecer en el anonimato, evitando la confrontación y tratando que el tiempo curara las heridas abiertas de ese doloroso pasado todavía muy reciente?. La estrategia del silencio en pos de la unidad de nuestro pueblo no ha dado resultado, sino que por el contrario, ha alentado a los enemigos de la verdadera república a continuar su guerra fraticida, a través de la acción política y la propaganda tendenciosa, con la complicidad, cuando no con la conducción manifiesta, de una parte importante del gobierno nacional.

A los argentinos del silencio, a Doña Rosa, como le gusta repetir a un grande del periodismo nacional, nos toca en el presente un mayor compromiso cívico. El mundo anda mal, no tanto por la audacia de los malos, sino por la tibieza y cobardía de los buenos. Nos toca a nosotros, dentro del marco de la constitución y las leyes, participar activamente en la construcción de una república auténtica, donde los dirigentes estén al servicio de la comunidad y no se sirvan de la misma.

Debemos salir del ostracismo en que voluntariamente nos hemos sumido, para gritar a los cuatro vientos que los argentinos de bien no nos hemos tragado el cuento de los jóvenes muchachos idealistas y que vamos a defender con todas nuestras fuerzas a aquellos ciudadanos con y sin uniforme, que en el cumplimiento de su deber, contribuyeron para que hoy podamos gozar de un país, donde al menos formalmente se respire la libertad.

No podemos dejarlos solos, muchos están presos porque Organizaciones No Gubernamentales, presuntamente defensoras de los derechos humanos, cobijadas y alimentadas por funcionarios del gobierno ideológicamente afines, presionan a los jueces para que estos se constituyan en empleados del poder ejecutivo, y hagan de la justicia una grotesca comparsa al servicio del dictador.

No podemos mirar al costado, no podemos hacernos los distraídos, si hoy claudicamos en la defensa de nuestros valores y principios, si hoy cerramos la boca porque todavía no llegaron a vaciarnos los bolsillos, poco faltará para que nuestro país se convierta en la nueva Cuba de Sudamérica.

Se acercan las elecciones tan esperadas, el oficialismo busca desesperadamente legitimar las barbaridades que viene cometiendo... tenemos nuestra oportunidad de demostrarle al presidente lo mucho que se está equivocando. Que comprenda que por cada capricho adolescente y por cada actitud setentista montoneril, perderá un tanto por ciento de los votos... tal vez de esa forma recapacite y pueda constituirse en el presidente que esta Argentina necesita.

Publicado en SEPRIN

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