miércoles, 9 de agosto de 2006

La Libertad Amenazada

Como no podía ser de otra manera, tarde o temprano el régimen muestra su verdadero rostro. La dictadura del pensamiento único se presenta tal cual es y para eso recurre a un viejo, mentado y ridículo recurso: la existencia de un supuesto plan desestabilizador.

Y este anuncio de los nuevos voceros presidenciales, no por infantil, deja de ser peligroso. Porque abre el camino para profundizar la limitación de las libertades individuales. Todos los gobiernos con vocación hegemónica acudieron históricamente a este recurso para cercenar los derechos civiles y políticos de los ciudadanos.

No contento con limitar la libertad religiosa y la libertad de expresión, el gobierno centra su esfuerzo en la anulación de la libertad de pensamiento. Ya no sólo no podemos hablar, sino que ni siquiera se puede pensar distinto, porque automáticamente pasamos a formar parte de un complot que procura atentar contra el presidente.

Es cierto que no comparto la política hemipléjica de derechos humanos orquestada desde la Casa Rosada. Es cierto que entiendo que sólo una ley de amnistía amplia y generosa nos permitirá a los argentinos superar las heridas de un pasado violento. Es cierto que no me gusta ver a mi país alineado internacionalmente con Chávez y Fidel Castro. Es cierto que defiendo la vida humana desde el momento mismo de la concepción. Pero, me pregunto… ¿Me constituye esto en una peligrosa delincuente? Cuidado, argentinos, porque hoy vienen por mi… ¿y mañana?.

sábado, 5 de agosto de 2006

La Secretaría de Derechos Humanos y el Derecho a la Vida

Los últimos días, se ha instalado en la opinión pública el recurrente tema del derecho al aborto. Al respecto, las diputadas por el Frente para la Victoria, Diana Conti y Graciela Rosso formalizaron el pedido de Jury de enjuiciamiento contra la jueza Siro, quien en uso de sus atribuciones, y en defensa de un inocente e indefenso niño, prohibió la realización del aborto a una joven discapacitada.

Carmen Argibay, miembro de la Corte Suprema de Justicia, en una descalificación indirecta de la conducta de la jueza, dijo que habría que echar de la justicia a quienes juzgan de acuerdo con sus creencias. En la misma línea se expidieron algunos legisladores de Chubut, para quienes la jueza habría privilegiado sus convicciones religiosas por sobre la tipificación de un delito penal.

Días atrás, a raíz de una entrevista con el Dr Luis Duhalde, el Secretario de los Derechos Humanos me obsequió un libro muy interesante: “la República Argentina y los Instrumentos Jurídicos Internacionales sobre Derechos Humanos” (Edición Mayo de 2006).

En su página 194, al referirse a la Convención de los Derechos del Niño, el documento afirma que Argentina “entiende por niño a todo ser humano desde el momento de su concepción hasta los 18 años de edad”. Entonces cabe preguntarse: ¿Quién obra de acuerdo a sus creencias y quién de acuerdo a la Ley?. Al parecer, algunas diputadas y algunos jueces tendrían que repasar un poco lo que está escrito en la ley positiva. Especialmente, la señora Conti, quien si mal no recuerdo, se desempeñó como Secretaria de Derechos Humanos, cuando dicha convención ya era ley en Argentina.