sábado, 16 de septiembre de 2006

Obediencia Debida

El 15 de setiembre se conmemoró el bicentenario de la creación del Regimiento Patricios. También se recordaba el día de la Infantería, el arma de los sueños de mi esposo y la razón de ser de nuestra presencia en dicha ceremonia.

Habiendo iniciado el acto, un joven oficial le dice a mi marido, que por orden del General Bendini tenía que retirarse. Mi esposo, con mucho dolor acata la orden y se va por donde había ingresado. Me comunican entonces que yo también tenía que hacerlo, pero le recuerdo al joven capitán que no tengo estado militar. Me piden la tarjeta de invitación… y o casualidad, nadie alrededor la tenía. ¿Por qué justamente yo me tenía que ir?.

Como no acataba la “orden”, aproximadamente 20 uniformados, apoyados por personal civil de inteligencia, forman un doble cordón para que no pudiera moverme. Conforme avanzaba la ceremonia, la presión se hacía más intensa. Finalmente no me quedó más remedio que asumir la “obediencia debida”. Grotesco, ridículo, pero una muestra acabada de hasta donde ha llegado la persecución.

Yo me pregunto… expulsar a la esposa de un oficial del Ejército Argentino de una fiesta por la cual ya había pagado… ¿Forma parte de la Obediencia Debida o es una Orden manifiestamente inmoral? ¡Cuántos están delinquiendo en las instituciones de mi patria!.