viernes, 20 de mayo de 2005

Todos a la Plaza por una Nueva y Gloriosa Nación

Nos acercamos a una fecha trascendente para todos los argentinos. El 25 de mayo de 1810 se constituía el primer gobierno patrio. Los hijos de esta tierra tan amada se reconocieron mayores de edad y empezaron a transitar el arduo camino hacia la independencia.

La clase dirigente de esos difíciles años estuvo a la altura de las circunstancias. El pueblo supo acompañar y legitimar las decisiones tomadas por la misma. Entre los miembros de la Primera Junta de Gobierno se encontraban dos abogados, un comerciante, un profesor, un marino, un economista, un sacerdote y hasta dos militares, de los cuales uno fue elegido presidente de la Junta.

Sí, aunque le pese al gobierno enquistado en el poder, en la construcción de nuestra Patria las Fuerzas Armadas y la Iglesia tuvieron una parte decisiva, fueron instituciones fundacionales de nuestra nacionalidad y contribuyeron activamente en la construcción de esta querida Argentina.

Las nuevas autoridades supieron marcar un rumbo, tuvieron un sueño de libertad, unieron sus esfuerzos y alcanzaron la meta. Todos, hombres y mujeres, civiles y militares, religiosos y laicos, deponiendo sus intereses mezquinos y enfrentamientos estériles, supieron mirar hacia el futuro y abrieron la senda hacia una nueva y gloriosa nación.

¿Qué distinta sería la historia si la actual dirigencia política tuviera cuando menos una pizca de los valores y principios de nuestros antepasados? ¿Qué distinta sería la Argentina si el presidente comprendiera que la división, el revanchismo y su falta de madurez personal y cívica no ayudan para concretar la unión de todos los argentinos?.

En 1810, las autoridades constituidas depusieron sus diferencias y miraron hacia el futuro... resultado: civiles, militares y religiosos construyeron un nuevo país para todos. En el 2005, el gobierno constituido de espaldas a la Constitución , quizás por la incapacidad de concretar un proyecto político que nos represente, mantiene su poder dividiendo a los argentinos, despreciando a las instituciones republicanas y volviendo su mirada hemiplégica hacia un pasado reciente, que en nada nos ayuda a salir adelante.

Por eso, este nuevo 25 de Mayo, mientras el presidente en su impertinencia adolescente y/o falta de visión estratégica, ha decidido romper con la presencia del primer mandatario en el tradicional Tedéum en la Catedral de Buenos Aires... nosotros, los argentinos del silencio y del trabajo, tenemos la oportunidad única de demostrarle que se está equivocando en su visión de la política. Y de igual manera que lo hizo el pueblo argentino, allá por 1810, exigirle frente al Cabildo, con nuestra presencia ciudadana, que comience a gobernar para todos los argentinos.

Publicada en SEPRIN

viernes, 13 de mayo de 2005

Los Sobresueldos, la Etica y la Política

Sin lugar a dudas, el tema de la semana instalado en los medios oficialistas y de la oposición (gracias a Dios todavía quedan algunos) ha sido la existencia de sobresueldos en la segunda “década maldita” al decir del gobierno.


Plumas de mayor ingenio y preparación, que se han referido al tema con precisión y autoridad, me eximen de ahondar en los aspectos políticos y jurídicos de la cuestión. ¿Constituye ésta una maniobra del oficialismo para alejar de la “opinión publicada” el fantasma de los fondos desaparecidos de la provincia de Santa Cruz o la responsabilidad de muchos funcionarios sin uniforme en el escándalo de las narcovalijas? ¿Se mantienen en la actualidad los sobresueldos tan denostados de la década del 90? ¿Porqué el gobierno se niega sistemáticamente a dejar sin efecto los decretos referidos a los fondos secretos que fueron dictados por tenebrosos gobiernos de facto?.

Estos y otros interrogantes han sido ampliamente considerados en los medios de prensa del país, poniendo al descubierto el poco compromiso con la verdad de los principales medios de comunicación social, que funcionan muchas veces como auténticas oficinas de prensa de la Casa Rosada.

En lo personal, he preferido dedicar esta columna para reflexionar sobre algunas implicancias éticas de los hechos analizados. Funcionarios del gobierno y de la oposición se han referido a la ilicitud ética de los sobresueldos, con la correspondiente sanción moral para los implicados, independientemente del carácter delictual que estas conductas revelan.

Y esta referencia a la ética por parte de algunos funcionarios y periodistas ha puesto de manifiesto la hipocresía y desconocimiento que caracteriza a buena parte de nuestra clase dirigente, donde pareciera ser que la ética y la moral, sólo se entienden en un sentido exclusivamente monetario y la honestidad se mide escrupulosamente en función de la variable dinero.

Se apela a la ética para condenar los sobresueldos, por otra parte perfectamente condenables, mientras se reparten profilácticos entre los jóvenes, escandalizando sus conciencias y violentando la autoridad de sus padres.

Se miente y se engaña descaradamente a la población, publicitando como héroes nacionales a terroristas confesos, mientras se condena a miembros de las fuerzas legales, que por orden del gobierno constitucional salieron a la calle a enfrentar a la subversión marxista. ¿No está la mentira y la difamación reñidas con la ética?

Se forma una Corte Suprema de ¿Justicia? a la medida de las necesidades gubernamentales, imponiendo magistrados cuando menos discutidos en su imparcialidad, entre las que se destaca una desaparecida aparecida y un declarado defensor de conductas agraviantes a la moral pública. Esta falta de respeto a la división de poderes que caracteriza a una verdadera república ¿No se encuentra reñida también con los valores éticos y morales que pregona el gobierno?.

El chantajear y amordazar a algunos medios de prensa a través de publicidad financiada con fondos públicos y la tendencia manifiesta a gobernar a través de decretos presidenciales, que desconocen la función honorable del Congreso de la Nación ¿Puede considerarse una conducta ética del oficialismo?.

Esa actitud de permanente confrontación y menosprecio a las distintas instituciones fundacionales de nuestra república, ¿Puede encuadrarse dentro de los principios morales que llaman en forma permanente a la humildad, a la reconciliación y a la unión de todos los argentinos?.

No... y mil veces no... sólo una visión hemipléjica de la ética, reducida a los aspectos exclusivamente monetarios, cuando no una hipocresía manifiesta, le permite a los funcionarios de este régimen levantar el dedo acusador hacia otros miembros de la “clase dirigente” Argentina.

Los aspectos antedichos no constituyen ni por asomo una defensa de los funcionarios que caracterizaron la década del 90, muchos de los cuales se encuentran reciclados en la actual administración, sino que pretenden contribuir a elaborar una visión integral del problema.

Por otro lado, ponen en evidencia la necesidad de que todos los ciudadanos que todavía creen en una política con mayúsculas, basada en los valores y los principios, orientada al bien común de todos los argentinos, salgan de sus nidos y se comprometan por hacer realidad ese sueño de una verdadera república. De lo contrario, nuestros hijos continuarán viviendo en la truchocracia que hemos sabido conseguir.

Publicado en SEPRIN

viernes, 6 de mayo de 2005

La Hora del Compromiso

La última semana se ha presentado difícil para la política militar seguida por el gobierno. El revanchismo ideológico y la persecución consecuente hacia las Fuerzas Armadas, en su odio manifiesto a todo lo que viste uniforme o sotana, ha generado en una situación conflictiva que promete escalar en el corto plazo, si el presidente no entiende que debe dejar sus nefastas convicciones a la puerta de la casa de gobierno y comienza a gobernar como presidente de todos los argentinos.

Esta situación también tocará de cerca a las autoridades castrenses, donde su liderazgo interno dependerá de que asuman la responsabilidad que les compete, defendiendo sin pudor y vergüenza a los hombres que simple y sencillamente cumplieron con su deber en la guerra contra la subversión. Guste o no guste escucharlo, muchos de los detenidos por presuntas violaciones a los derechos humanos, actuaron en el cumplimiento de las leyes y reglamentos militares... y las autoridades actuales no pueden, ni deben dejarlos solos, porque aquellos se jugaron la vida por la institución que hoy ellos tienen el honor de presidir.

La reciente y polémica aparición de los reglamentos reservados de la década del 70 demuestra con claridad manifiesta que el combate contra los enemigos de la democracia se hizo dentro del marco jurídico vigente en la época y que el accionar de las fuerzas armadas no estuvo caracterizado por la ilegalidad, como nos han insistido hasta el cansancio los apóstoles del odio, representados hoy por los amigos del presidente.

A las valientes palabras del Tcnl (R) Franceschi Carabajal en el Círculo Militar, en oportunidad de rendirse un justo tributo al Tte 1ro Mario César Asúa, asesinado vilmente por las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y que algunos “prudentes” ¿camaradas? pretendieron silenciar, se suma la decisión de un oficial actualmente detenido en un Cuartel Militar que se resiste a ser trasladado a otras dependencias, negándose a acatar las órdenes del comisario político a cargo de la causa.

Si a esto le agregamos el comunicado del foro de brigadieres retirados de la Fuerza Aérea llamando a la pacificación nacional, la carta de lectores del Cnl ® Bernardo Menéndez, parcialmente publicada por el diario La Nación , y referida a la visión hemipléjica de la década del 70, todo parece indicar que una parte importante de las Fuerzas Armadas y la ciudadanía sin anteojeras ideológicas se está despertando de la modorra cansina que la caracterizaba, y se está decidiendo a contar la otra cara de la verdad. ¡Ya era tiempo de respirar un poco de aire fresco!

Frente a esta situación, ¿Qué nos queda a esa mayoría silenciosa que hasta el presente habíamos privilegiado permanecer en el anonimato, evitando la confrontación y tratando que el tiempo curara las heridas abiertas de ese doloroso pasado todavía muy reciente?. La estrategia del silencio en pos de la unidad de nuestro pueblo no ha dado resultado, sino que por el contrario, ha alentado a los enemigos de la verdadera república a continuar su guerra fraticida, a través de la acción política y la propaganda tendenciosa, con la complicidad, cuando no con la conducción manifiesta, de una parte importante del gobierno nacional.

A los argentinos del silencio, a Doña Rosa, como le gusta repetir a un grande del periodismo nacional, nos toca en el presente un mayor compromiso cívico. El mundo anda mal, no tanto por la audacia de los malos, sino por la tibieza y cobardía de los buenos. Nos toca a nosotros, dentro del marco de la constitución y las leyes, participar activamente en la construcción de una república auténtica, donde los dirigentes estén al servicio de la comunidad y no se sirvan de la misma.

Debemos salir del ostracismo en que voluntariamente nos hemos sumido, para gritar a los cuatro vientos que los argentinos de bien no nos hemos tragado el cuento de los jóvenes muchachos idealistas y que vamos a defender con todas nuestras fuerzas a aquellos ciudadanos con y sin uniforme, que en el cumplimiento de su deber, contribuyeron para que hoy podamos gozar de un país, donde al menos formalmente se respire la libertad.

No podemos dejarlos solos, muchos están presos porque Organizaciones No Gubernamentales, presuntamente defensoras de los derechos humanos, cobijadas y alimentadas por funcionarios del gobierno ideológicamente afines, presionan a los jueces para que estos se constituyan en empleados del poder ejecutivo, y hagan de la justicia una grotesca comparsa al servicio del dictador.

No podemos mirar al costado, no podemos hacernos los distraídos, si hoy claudicamos en la defensa de nuestros valores y principios, si hoy cerramos la boca porque todavía no llegaron a vaciarnos los bolsillos, poco faltará para que nuestro país se convierta en la nueva Cuba de Sudamérica.

Se acercan las elecciones tan esperadas, el oficialismo busca desesperadamente legitimar las barbaridades que viene cometiendo... tenemos nuestra oportunidad de demostrarle al presidente lo mucho que se está equivocando. Que comprenda que por cada capricho adolescente y por cada actitud setentista montoneril, perderá un tanto por ciento de los votos... tal vez de esa forma recapacite y pueda constituirse en el presidente que esta Argentina necesita.

Publicado en SEPRIN